Si preguntáramos a los más grandes científicos del mundo qué es lo más importante para nuestra vida, aquello de lo cual no pudiéramos prescindir, seguramente responderían: EL AGUA.Gracias a esa valiosa sustancia se dio la vida y se desarrolló la civilización. Nuestro cuerpo, los alimentos que ingerimos están constituidos esencialmente por agua. Todo lo que vemos a nuestro alrededor plantas, cultivos, animales, necesita agua. El agua es como un milagro, la combinación mágica que permitió que surgiera la vida en el planeta Tierra


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¿Existe algo más sencillo que el agua? Para los griegos, el agua, junto con el fuego, tierra y aire, era uno de los cuatro elementos que formaban el mundo. Nuestros antepasados pensaban que esos elementos no podían ser descompuestos posteriormente. Al ver un chorro de agua que sale por el grifo, el riachuelo de un manantial, una enorme ola espumeante del mar, ¿cómo se les puede contradecir? ¿Cómo imaginar que esta sustancia líquida e incolora esté compuesta de otros ingredientes? Pero así son las cosas. El agua, como todas las sustancias, está compuesta en realidad de partículas indivisibles infinitamente pequeñas: las moléculas. Una gota de agua está formada de millares de estas partículas. Sin embargo existe algo aún más pequeño. En efecto, las moléculas están compuestas a su vez por átomos que, al combinarse entre sí, forman diferentes tipos de compuestos químicos. La diversidad de las moléculas da origen a diferentes sustancias; una de las más sencillas es la del agua, formada de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno la fórmula química essa

estrechamente unidos como un trío de amigos inseparables. Su unión es tan estrecha, que el hidrógeno y el oxígeno se vuelven un solo conjunto con identidad particular. Las moléculas de agua se mueven muchísimo y se comportan como un equipo de fútbol: para estar cerca se mueven continuamente, se tropiezan, se empujan, se encaraman una sobre la otra. Se proyectan en todas las direcciones tan rápidamente que no se dejan capturar, como sucede con las moléculas de cuerpo sólido. Por ello, el agua no tiene una forma definida: si tratamos de agarrarla se escurre entre nuestros dedos; si se vierte se expande alargándose en toda direcciones. Si cambiamos la temperatura, el agua modifica también su estado. Los tres diferentes estados físicos que el agua toma en la naturaleza son: líquido, sólido, gaseoso. El agua entre 0 C y 100 C es prevalentemente líquida. En ese estado la atracción entre los átomos de hidrógeno y de oxígeno tiene unidas las moléculas que, sin embargo, se pueden mover. Al disminuir la temperatura, las moléculas disminuyen su velocidad hasta llegar a inmovilizarse, formando un rectángulo geométrico: el agua se solidifica en hielo. En el estado gaseoso las atracciones entre moléculas no existen y las moléculas se mueven a todas partes.

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El agua es indispensable para la vida; la necesitamos todos los seres vivos.

Si una planta no se riega, ésta muere. Si los animales no toman agua mueren de sed, y ya no digamos los seres vivos quienes utilizamos gran parte del agua para nuestras diferentes actividades de existencia a diario.

El agua dulce es muy inportante para nuestro consumo y la obtenemos en los ríos, lagos y pozos. En algunos lugares se han contruidos depósitos paraalmacenarla y así tener agua en la época de sequía, depósitos como jaauey(En zonas del español meridional, zanja, pozo o abrevadero llenos de agua )
, dique y presas. Existen dos tipos de agua; la salada y la dulce.
El agua de mar es salada porque tiene muchas sales minerales. El agua dulce es aquella que no contiene tanta sal y se puede beber. Támbien está el agua potable que es la que usamos para beber. El agua negra es la que conducen los drenajes, y el agua de riego es la que se usa en la agricultura.
Para hacer llegar el agua a una población, se construyen tanques de almacenamiento en una parte alta, ya sea una torre o un cerro próximo; de allí se conduce por medio de tubos hasta las casas. Todos debemos cuidar de nuestra agua haciendo buen uso de ella.


Tomado de La Enciclopedia VEO LEO Y APRENDO Tomo 1 Segunda Edicion 1997 (pag 112 y 113)